NOVIEMBRE 2020
Siempre es importante marcarse unos objetivos a corto y medio y largo plazo.
En este apartado iremos incluyendo los objetivos que nos marcamos siguiendo diferentes criterios.
Lo pondremos con cifras y fechas para cada uno de ellos.
Está claro que para autoanimarnos en esta dura lucha de la independencia financiera es necesario marcarse objetivos a corto y largo plazo. Lo recomiendo para cualquier iniciado en este camino, o cualquiera que ya esté funcionando, es la mejor forma de marcar hitos, y hacer autorevisiones de la situación, logros conseguidos, y ver si vamos en el camino adecuado.
Los fundamentales que vemos necesario cubrir:
1. Porcentaje obtenido de independencia financiera. Forma de cálculo.
Este
aspecto mide el avance que tenemos en el objetivo final de libertad
financiera. Mi forma de calcularlo es estimar nuestros gastos anuales
(en mi caso incluida hipoteca, viajes, ocio, etc.). Por otra parte
calculamos los beneficios obtenidos vía dividendos (si queréis se pueden
incluir intereses de cuentas, intereses de depósitos, etc.). Y realizar
el cociente porcentual de ambas cantidades. Este criterio de analizar
objetivos es equivalente a ponernos objetivos de llegar a 50mil€,
100mil€, etc., pero más cercano a la realidad del objetivo final.
El objetivo final es evidentemente el 100%.
El objetivo final es evidentemente el 100%.
A
fecha NOVIEMBRE 2020, dicho porcentaje se sitúa en el 55,53% (mejorando poco
a poco). Esta cifra debe seguir subiendo una vez que reinvertamos los
dividendos obtenidos, cuestión clave del sistema.
2. Porcentaje de rentabilidad por dividendo anual (YOC).
Es sencillo, se trata de calcular la rentabilidad por dividendo (neta) de nuestra cartera de acciones. Esto es, dividir el sumatorio de los dividendos obtenidos a lo largo del año, entre la cantidad total invertida.
El objetivo debe ser ir incrementando dicha cifra en el tiempo.
En mi caso actualmente estoy en un 3,31% (tengamos en cuenta que promediamos todo, y los fondos, etfs, etc, y numerosas empresas de crecimiento dan 0%.
3. Cantidad de diversificación obtenida.
En este caso no existe una cifra que lo cuantifique, pero sí que podemos establecer algunas pautas. 1. Aumentar el número de títulos distintos (dentro de unos límites razonables). 2. Tener cartera en 3-4 países distintos al menos. 3. Tener cubiertos varios sectores distintos de la economía y no centrarnos en el mismo (bancario, energía, telecos, etc.). En cualquier caso no interesa que haya valores que se sitúen por encima del 20-25% de la cartera total. Mi objetivo personal será en 2025 que todos los valores estén entre un 1 y un 10% de la cartera.
Actualmente nos encontramos en 29 valores. En cuanto a países estamos en Alemania-Dinamarca-UK-España-USA-Holanda, además de los que abarcan los fondos, que son a nivel global e incluyen parte de renta fija y de variable, minimizando riesgos y fluctuaciones, además de inversiones mensuales en los mismos. Especialmente interesante las últimas entradas en fondos de Japón y China con perspectivas espectaculares.
4. Beneficios en la cartera en valor.
Evidentemente y aunque el objetivo final es aumentar el porcentaje que obtenemos vía dividendos de las empresas de nuestra cartera, es importante que la cartera incremente su valor en el tiempo. Para ello, es importante que el balance global del valor de la misma a fecha actual obtenga una rentabilidad superior al 0% (que equivaldría a recuperar lo invertido).
En este sentido mi objetivo en 2025 sería mantenernos en positivo. En el futuro sería ir incrementando dichas cifras.
5. % de cartera que tiene dividendos por encima del 3%.
Se trata de una forma de calcular cuántos de nuestros valores dan un dividendo mínimo que nos marcamos como objetivo. En mi caso he valorado dicha cifra en el 3%. De las compañías que tengamos, ¿cuántas obtienen dicha cifra?
6. Número de valores en cartera.
Está relacionado con la diversificación. En principio cada cual debe marcar sus objetivos en este sentido, para llegar a ese punto final. No interesa ni tener pocas compañías en cartera, ni demasiadas (temas comisiones, etc.). En mi caso me he marcado como objetivo final tener 25 valores distintos.
Como
se ha comentado en el punto 3, estamos en 29 valores. Hay compañías que iremos eliminando y otras incorporando hasta esa cifra final. Sería importante además de esto
balancear el reparto de la forma más óptima posible.
7. Desprenderse de acciones fuera del objetivo B&H.
Si alguna vez nos salimos del camino compraremos compañías que no son óptimas para el criterio B&H. Del mismo modo, puede darse el caso que compañías que tengamos dejen de evolucionar positivamente en su BPA, o bien bajen su rentabilidad anual por dividendo. En ese caso deberemos ir pensando en obviarlas en nuestra cartera. Ojo, sin pérdidas, a ser posible. De este modo mi objetivo personal es no tener valores en este saco.
Especialmente a seguir compañías que dejen de dar dividendos o dejen de crecer. Tenemos alguna en revisión como puede ser Repsol, Bayer o Intel que no están en momentos especialmente positivos y las iremos vigilando.
Para
2020 nos ceñimos a estos objetivos. De cara al próximo 2021 analizaremos nuevos posibles objetivos que vayamos estimando y que vamos
aprendiendo día a día para considerar.
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