Hace unos años estaba en la Riviera Maya, en un hotel de esos llenos de españoles y guiris todo el día en la piscina.
Un señor en la piscina con un portátil un rato cada mañana me llamó la atención.
Es en ese momento cuando comprendí que se puede VIVIR SIN TRABAJAR. Este señor lo hacía.
No, no es la gallina de los huevos de oro, ni un milagro. Partamos de la base que nadie da duros a cuatro pesetas como dice la manida y cierta frase. No obstante, sí se puede ser inteligente y aprovechar nuestras capacidades, y mejorar nuestra situación con un pequeño esfuerzo.
Desde entonces centro mi objetivo en lograr ese punto, que sería vivir sin trabajar. O trabajar desde tu casa 30 minutitos al día (lo que hacía este señor).
En Holanda más del 15% de la población se dedica a esto que os voy a ir comentando en este blog.
De hecho, existe una figura o epígrafe para autónomos dentro del IAE. Es decir, se considera una actividad empresarial. En España no. Es evidente que nos llevan años de ventaja en este y otros países.
Partamos de la base que trabajar es una opción de vida. Probablemente no sea superior al 20-30% de la gente las que disfruten con su trabajo.
Probablemente muchos de nosotros esperemos un golpe de suerte “cuando me toque la primitiva me retiro”…pero este hecho es tan poco probable, que lo más seguro es que te tires la vida esperando dicho momento, y sólo ciertos iluminados lo obtengan.
Probablemente apenas podamos llegar a final de mes, la situación actual es jodida, y sea difícil poder seguir lo que aquí os iré comentando.
Pero con un pequeño ahorro que podamos obtener, la posibilidad de incrementarlo exponencialmente gracias al interés compuesto, es fácil y sencilla siguiente sólo unos pocos consejos.
Por mi experiencia tratando con gente de diversas índoles, quizá el 90% de la población apenas sepa de bolsa, no le interese o le parezca un mundo extraño y complejo.
Pero con unas pequeñas nociones se puede empezar en este mundillo, que os aseguro os irá animando cada vez más cuando veáis los excelentes resultados.
Mi objetivo se centra en obtener 1000€/mes sin mover un dedo. Yo lo llamo los “enanitos que trabajan por mi incluso cuando duermo”. Es sencillo, tienes unas inversiones realizadas, que a medio y largo plazo van rentabilizando y obteniendo beneficios.
Quizá la filosofía de todo esto que os cuento sea lo siguiente: “Si eres sólo un poquito mejor que el inversor medio y gastas menos de lo que ganas a lo largo de tu vida, no puedes hacer otra cosa sino hacerte rico, si eres paciente“. No lo digo yo, lo dice Warren Buffett.
Hay opciones de ganarse la vida. La primera y la que opta el 90% de la población (gran cantidad de gente lamentablemente ni siquiera pueden acceder a esta opción, lástima) es trabajar. De esta forma llegaremos a la jubilación, esperando que el país nos sustente con las susodichas pensiones. Apenas podremos mejorar a lo largo de la vida con el devenir de la misma. Bajo mi punto de vista nadie se hace rico trabajando, salvo un golpe de suerte o empresario de altas magnitudes.
Otra opción es la compra-venta de viviendas, o alquiler de las mismas. La inversión inmobiliaria es una de las formas de inversión más habituales entre las personas con ahorros. Consiste en comprar un piso o un local comercial para alquilarlo. Este tipo de inversión no requiere mucha explicación. Sin embargo, aunque es un buen sistema y necesario en una persona que tiene ingresos diversificados (es decir, de diferentes orígenes como La Bolsa, negocios propios o pisos) no es el más rentable salvo que acertemos muy bien en el momento de compra.
Un piso nos genera unas rentas periódicos sin necesidad de trabajar, pero requiere nuestra atención para la reparación y mejora de éste (electrodomésticos que se averían, pintar las paredes o derramas en la comunidad de vecinos). Por tanto, en ocasiones nos llevará tiempo y unos gastos que por ejemplo las acciones no tienen. Aun así, es una inversión rentable a largo plazo y a la cual, un inversor que se especialice puede conseguir una buena rentabilidad.
También es posible invertir en otros inmuebles como plazas de aparcamiento que no requieren mantenimiento ni atención.
Emprender o comprar un negocio. Seguramente sea una de las formas más difíciles pero, para aquellos que disfrutan del camino y les gustan las aventuras puede ser la más divertida y la más rentable. A pesar de que La Bolsa es la inversión más rentable a largo plazo, crear nuestra propia empresa puede ser mucho más rentable, si sale bien. El problema es que no es fácil conseguir el éxito emprendiendo y la mayoría de las empresas que se crean acaban cerrando.
A la hora de emprender pensando en alcanzar la libertad financiera es importante planear un sistema para que la empresa se gestione en el futuro sin nuestra intervención directa. Si montamos un negocio en el que nos dedicamos a hacer algo que depende exclusivamente de nosotros jamás podremos vivir de las rentas, pues sin nosotros no hay negocio. Por ello, debemos crear negocios en los que, llegado el momento, podamos delegar en otras personas.
Si no somos creativos, podemos invertir en negocios de otras personas, ya sea comprando la totalidad o una parte, abriendo una franquicia o invirtiendo a través de redes.
Emprender es la opción más dura de todos, pues requiere de gran esfuerzo y trabajo personal (comprar un piso o acciones no requiere más trabajo que la formación necesaria para hacerlo bien) y en este caso el éxito no está asegurado, pero sin duda es la más gratificante y la más rentable si las cosas nos salen bien.
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